Los que vivimos (1936). Ayn Rand

Me pasé la adolescencia enamorada de Kira, aunque eso no lo supe hasta muchos años después. Ella fue y será siempre mi personaje favorito. Ella me enseñó que yo no era la única extraña, la única solitaria, la única que no se comprendía a sí misma. Ella me enseñó que se puede desear una cosa y hacer otra, sin saber por qué. Porque Kira, esa joven rusa que intenta no ser distinta, lo es tanto que desgarra. Cuando el amor de Andrei la traspasa a pesar de todo, nunca entiende por qué no fue mejor con él, por qué tuvo…