Ojos de agua (2006). Domingo Villar
Cuando te encuentras a uno de tus colegas en la Casa del Libro y te pregunta si has leído la novela de su hermano tienes dos opciones: comprarla o comprarla. Cuando la novela es tan entretenida y tan tan viguesa como Ojos de agua, encima es un placer. Domingo Villar es un escritor irónico, tan vigués que te arranca sonrisas al reconocerte en él, y su novela policíaca es terriblemente divertida.
Me ha recordado a textos ya leídos: Villar se ha nutrido seguramente de figuras de policías pasados de vueltas que todos conocemos, pero ha sabido hacerlos suyos y dividirlos en dos, el pausado y filosófico Leo Caldas y el inflamable Rafa Estévez, un maño al que la ambigüedad del carácter gallego desespera. Tremendamente irónico, el narrador que conduce al lector a una trama marcada por la investigación del asesinato de un saxofonista homosexual. Las sospechas recaen en un riquísimo empresario vigués, de elegantes cabellos blancos.
Todo en esta novela resulta un doble juego: Villar nos conduce por los pensamientos de Caldas de pista en pista, recreándose en despistarnos a todos. Como en todos los clásicos de la novela negra, el final nunca es lo que al principio esperas… pero el lector avispado irá adivinándolo en la última parte del libro.
Si te han fascinado las aventuras de Caldas, ¡no dejes de leer su segunda novela, La playa de los ahogados!
Domingo estudió en el mismo colegio que yo (si conoces a su hermano, puede que sepas cuál es, así que, porque me da vergüenza, me lo callo). Los mismos días en que vino a Vigo a presentar su libro, murió un compañero de ambos en un accidente absurdo. Estos hechos, totalmente inconexos, me han provocado respecto a su libro una extraña sensación. No hay ningún libro que no me erotice leer, pero éste ya está más allá de mí.
conozco a su hermano! aunque no sé dónde estudió, pero lo imagino, je je je.>>el libro te gustará, ya lo verás.