Ya he confesado en otras ocasiones mi pasión por los relatos cortos. En este género hay auténticos maestros, siendo para mí imprescindible el gran Poe. Mi debilidad son los cuentos góticos, la narración de crónica negra y, sobre todo, los finales inesperados. Henry James, Capote y la mismísima Highsmit son maestros en escribir narraciones sorprendentes, algunas de ellas auténticas obras maestras, como la desasosegante Otra vuelta de tuerca de James. Pero Roald Dahl tiene una particularidad como escritor de relatos cortos de la que muchos de los citados carecen: sentido del humor. Por más negro que sea el argumento, la sonrisa de Dahl se intuye tras la trama, jugando con el lector, al que necesita para que la carcajada sea completa. Injustamente limitado a autor infantil y juvenil en muchas ocasiones, Dahl es una opción de lo más recomendable para quienes no son demasiado aficionados a la lectura. Resulta inquietantate, divertido, ameno y magistral en unas pocas páginas, las que dura su relato. Como mi favorito, ese en el que un joven estudiante en busca de pensión encuentra la que parece perfecta, atendida por una amable ancianita que se desvive por complacerle… claro que el estudiante ignora que no es el primero en recibir tantas atenciones…
Biografía del autor: Roald Dahl nació en Gales en 1916, pero su familia era noruega. A los tres años pierde a su hermana y a su padre. A los siete entra en un estricto colegio, donde estudiará hasta que, al estallar la Segunda Guerra Mundial, luchará en la Real Fuerza Aérea como piloto. Es famoso el incidente de su aterrizaje forzoso, en el que se fractura el cráneo y pierde la nariz, que deberá ser reconstruida. Su relato sobre este suceso le catapulta a la fama. Muchas películas están basadas en relatos de Dhal, como “Chitty Chitty Bang Bang”, “Matilda”, o “Charlie y la fábrica de chocolate”, Dahl es uno de los más reconocidos autores infantiles y juveniles de la literatura mundial. En países de lengua inglesa, es considerado como parte esencial de todo hogar que aprecie la literatura. Vivió treinta años con su esposa, la actriz Patricia Neal. Murió en 1990.
Ya tenía yo ganas de encontrar alguien apasionado por los relatos cortos. A mí me vuelven loca, mucho más que las novelas. Me gusta lo conciso, porque en la concisión suele haber maestría. >>Este libro en particular lo leí, creo que hace tiempo, pero tengo buen recuerdo.>Lo miraré, puesto que los libros de relatos cortos siempre están puestos aparte en la librería.>>Estoy en medio de «la mesa limón» de Julian Barnes. cuando lo acabe, algo pondré en la página.
hola vuelo! qué bien que compartas mi pasión por los relatos cortos! este escritor me encanta, sobre todo por ese sentido del humor del que hablo.>>Cuáles son tus favoritos? yo siempre elijo otra vuelta de tuerca de james, quizá porque lo leí de chavalita y me impactó mucho. Los de Poe, bueno, me flipan. Y Capote.
Ahí vamos. Aparte de Poe, me quedo con Raymond Carver, Ian McEwan, Ray Bradbury.>>Entre los españoles Juan José Millás, Merino, Rivas>>Y sudamericanos. Benedetti, Cortazar, Borges… y se me hace la lista interminable
de carver leí un libro de relatos hace años y no me acuerdo! mcewan no me emociona demasiado, bradbury me encanta, como cortázar y borges! rivas me encanta como narrador de historias cortas, exclusivamente, como novelista no me parece tan bueno! y de millás no he leído nada en corto, tengo que hacerlo! de Merino sí, coño! bueno, coincidimos bastante.
Millás en corto es genial. Siempre reivindico sus artículos. Es irónico o sarcástico.>>Coincidimos bastante, volveremos sobre el tema.
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