Pequeños cuentos misóginos (1975). Patricia Highsmith
Patricia Highsmith murió anclada a su personaje más famoso, Ripley. Pero detrás de este exquisito y cruel ladrón hay una obra que merece la pena descubrir. Highsmith es la reina de la novela negra, pero he elegido esta colección de relatos cortos para empezar a hablar de ella porque me parece una pequeña obra maestra. En Pequeños cuentos misóginos Highsmith desnuda lo peor de las mujeres, nos convierte en esperpentos, en esqueletos de miseria. Pero siempre aprendes algo de cada una de las historias. Si no habéis leído nada de esta autora esta es una buena opción para descubrirla. Además, se lee rapidísimo.
Biografía de la autora: Patricia Highsmith nació en 1921 en Forth Worth (Texas, EEUU). Sus padres se divorciaron y ella pasó sus primeros años con su abuela. De hecho, no conocerá a su padre hasta los 12 años. Vivió su juventud en Nueva York, ya obsesionada con la culpa, la mentira y el crimen que tan bien reflejaron autores como Poe, Conrad y Dostoievski, sus favoritos en esa época. Fue una lectora precoz, con nueve años ya estaba releyendo Crimen y Castigo. Será leyendo La mente humana, de Karl Menninger, cuando comience a pensar que «el hombre o la mujer de la casa de al lado podían tener una extraña psicosis sin que yo pudiese apreciarlo». Precisamente su obra se basa en personajes aparentemente normales, pero con un oscuro mundo interior. Saltó a la fama cuando Alfred Hitchcock adaptó su primera novela, Extraños en un tren (1951), considerada un clásico del suspense. Highsmith murió en Suiza en 1995.