El conde de Montecristo (1846). Alexandre Dumas
Leí el otro día en una entrevista a la escritora Zadie Smith que las obras que marcarán el resto de tu vida son las que lees entre los 10 y los 14 años. Y puede que tenga razón. En esa etapa yo leí El retrato de Dorian Gray. Y leí El conde de Montecristo. En plena adolescencia, el folletín por antonomasia de Dumas, con permiso de Los tres mosqueteros, no pasa desapercibido. En realidad, Dumas se basaba siempre en los buenos y los malos, llenaba de tragedia la existencia de los buenos, te hacía sufrir con ellos y de golpe la historia se resolvía satisfactoriamente para el lector con un giro inverosímil. Sí, parece fácil. Pero pocos han sabido hacerlo como Dumas. Sus novelones enganchan de principio a fin y este es mi favorito, lo confieso. Todos habréis visto la historia en cine, pero si no la habéis leído hacedlo. Merece la pena.
Biografía del autor: Alejandro Dumas nació en 1802 Su padre era un general francés, y su madre una esclava negra. El padre morirá cuando él tiene tres años, y la exigua pensión de su madre le impide recibir una buena educación. Empieza a trabajar como pasante de un notario y, con su amigo, el vizconde Adolphe Ribbing de Leuven, escribe sus primeras obras, que fracasan. En 1823 se instala en París y entra al servicio del Duque d’Orléans como escribiente. Con la representación, por la Comédie française en 1829, de Enrique III y su corte alcanza cierta fama, y en 1831, con Anthony, consigue su primer éxito. Es un autor prolífico, pero para atender a la creciente demanda del público, tuvo que recurrir a la ayuda de «colaboradores», o sea, negros. Entre ellos, Auguste Maquet, que le ayudó en Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo. Publicó aproximadamente 300 obras y numerosos artículos. En 1869 inicia Le Grand Dictionnaire de Cuisine, que sería publicado, póstumamente, en 1873.
Pues yo a mis 14 años leía cosas como «Tiempo de silencio» (que ya sé que normalmente no se lee hasta los 18… y eso a la fuerza) o «El Castillo» de mi amigo el «depresivo» Kafka… y es que yo en esa época era un verdadero existencialista… precoz que era uno.>>Entro en «El Conde de Montecristo» porque me parece una obra casi tan adictiva como puede ser para un lector contemporáneo «El Señor de los Anillos» (cuyo post por ahora no voy a comentar)… y de él destacaría su modernidad y, como a toro pasado, me planteo la siguiente pregunta: ¿sería hoy en día un libro editable con todo su contenido o estaría censurado? Si no acabas de comprender a qué me refiero, te situaré dos capítulos que, creo yo, la moral actual no toleraría con facilidad:>>– El Capítulo VIII (Italia. Simbad el Marino) contiene una de las mejores escenas y descripciones que conozco de la historia de la literatura sobre los efectos del hachis (directos y secundarios) y, aunque reconozco que en esa época la cultura de las drogas exóticas estaba e «auge» entre los intelectuales de la Francia decimonónica (Club des Hachishiens, con Delacroix y Baudelaire como grandes conocidos), no me deja de sorprender esa «apología de las drogas» en una figura tan «folletinesca» como Alexandre Dumas Pere, mientras no sorprende de los miembros del Club (tan rupturístas y escandalosos).>>– El Capítulo XIII (La «mazzolata») entero es cruel. Al final del mismo aparece descrito de forma muy breve el «ajusticiamiento» de un criminal en la Roma de la época, pero la brutalidad que encierra toda la escena me parece atroz, como poco, y la justificación de la pena de muerte que se expone durante ese capítulo, brutal.
buf, tiempo de silencio me superó! de kafka empecé a leer… a los 16, la metamorfosis, y camus, el extranjero, las moscas de sartre! pero a los 16, eh? yo no tan precoz, ja ja ja>>y para contestarte a tu comentario permíteme que releea la novela. la leí por primera vez con 14 y la releí mayor, quizá con 20. Son casi 16 años. El alzheimer no perdona!
Por eso te indico los puntos a los que has de dirigirte… si no puedes flipar para encontrar qué es lo que te «marco» como interesante. No hace falta que te leas todo el tocho para valorar mis afirmaciones… pues la idea general de la novela la tienes y conoces los personajes. A mi entre los 14 y los 16 años todo lo más lúgubre, tétrico y siniestro me encantaba… llevé dosis extra de Poe, Dostoievsky, Gorki y Kafka, por poner unos ejemplos.
sí, porque menudo novelón, ja ja ja ja! >>yo también leía a dostoeivsky y a poe a los 14 y 15! flipaba, como tú dices, con lo tétrico y siniestro, ja ja ja ¿nos llevaremos tan bien por esa atormentada adolescencia lectora? jaja ja ja
A saber… yo no diría que no. ¡Venga! ¡Échale un vistazo a eso y luego me cuentas!