La mujer zurda (1976). Peter Handke
En muy pocas páginas, Handke consigue transmitirnos toda la soledad que el ser humano atesora sin darse cuenta. Toda la angustia que nos causa sentirnos solos en medio de la gente. Como un texto existencialista, la corta novela de Handke está llena de frases cortantes, en las que el autor desgrana una soledad que va inundando al lector poco a poco.
Cada lector, imagino, tendrá su propia imagen de Marianne. Llego a este libro gracias Jovekovic, y, como a él, me ha parecido que Handke nos exige un esfuerzo mayor de lo que parece a simple vista al coger entre las manos la pequeña novela.
Marianne, que tiene nombre para los demás pero para el narrador es simplemente «la mujer», abandona a Bruno, su marido, tras una noche en la que él le declara su amor después de años de matrimonio. Es el primer desgarro: Handke nos sume primero en el aparente amor de la pareja para romper después en mil pedazos la apariencia de normalidad. Después, Marianne inicia un viaje hacia la soledad, que culmina precisamente cuanto más rodeada de gente está. Profundamente experimentalista, con un lenguaje excepcional a pesar de lo cortante que resulta, Handke me ha parecido un autor fascinante.
Información sobre el autor: Wikipedia.
Cómo no puedo dejarte un comentario en «La mujer justa», te lo digo por correo: me alegra que te haya gustado «La mujer zurda», que es, sin duda uno de los retratos más próximos – por verosímiles. que yo he leído de la soledad. El caso es que, durante la práctica totalidad de la obra, yo creí qué podía comprender la postura de los dos. Sólo al final- cuando de reúnen todos en casa de Marianne-, me pareció más razonable, dentro de lo extremo de la situación, la postura de «la mujer». ¿ A tí también te ha pasado?.
En realidad, yo comprendí a la mujer desde el comienzo del libro! Quizá es simplemente porque soy una mujer y ese mecanismo que ella nos muestra, el de mirar al otro de repente y decirle ya no te quiero, me resulta cercano. Desde que Handke rompe ahí la aparente normalidad lo único que me costaba entender era esa extraña especie de euforia alocada en la que ella se envuelve, pero imagino que el autor nos quería mostrar un carácter determinado, una mujer determinada, no? Pero al final sí que tuve la sensación de que todo cuadraba, no sé, que se había cerrado el círculo, que ella estaba a salvo… mmm, no sé si me he explicado bien! es que creo que handke comienza la novela dándonos una leche, no sé, como rompiendo las reglas, y sólo al final vuelve a darnos la opción de la normalidad, dentro de lo extremo de la historia, claro! la verdad es que cuanto más lo pienso más complicado lo encuentro, por eso me parece tan fascinante esta historia! gracias por recomendarla!
Supongo que el hecho de ser mujer te da ventaja, pero sigo pensando que me he perdido algo; de hecho, lo pienso tanto, que voy a reelerlo en cuanto acabe «Viajes por el Scriptorium», el último libro de Auster, qué es una caña. Lo comentaré en breve y lo recomiendo con fervor.>Bicos prima, qué tengas un buen 1º de mayo¡¡
es un debate chulo el de este libro. reléelo y seguimos charlando. pero es que los tíos sois más… en el fondo, fíjate, creo que más románticos. Tengo muchas amigas a las que les ha pasado eso de levantarse una mañana y pensar: ya no le quiero. y romper con todo, de golpe, sin remordimientos. quizá un hombre se sentiría más culpable, aunque supongo que depende de la persona!
Retomo el cruce de opiniones sobre los temas que propone «La mujer zurda»; yo no creo que los hombres seamos más románticos en general, pero desde luego es falsa la idea del romanticismo femenino a ultranza. Conozo hombres que han sufrido por amor ( incluido yo) y mujeres que no lo han hecho jamás. Y viceversa. Creo que el papel tradicional de sufridora y castigador, estaba más relacionado con la tradición cultural que con la biología. Una prueba fehaciente es que, en Estados Unidos, donde el rol igualitario está más asumido que aquí, las mujeres que alcanzan determinado status socioeconómico relevante, tienden a comportamientos propios, hasta la fecha, del hombre. Me parece evidente que eran propios del hombre porque esté detentaba el poder económico de manera casi exclusiva.>Quiero decir que en muchas ocasiones las dependencias emocionales, tienen un componente material. Dudo mucho que «la mujer», sea menos romántica que Bruno, simplemente tiene más capacidad de maniobra por las diferentes circunstancias sociales.
no lo sé, jove. el caso de la mujer es más común de lo que parece, yo he visto esa tremenda frialdad al terminar una relación más en mujeres que en hombres, no me preguntes por qué. quizá porque la mujer se siente normalmente menos culpable, por eso no tiene remordimientos, yo qué sé, habría tantas explicaciones!>>es cierto que normalmente depende de las personas. yo por ejemplo lloro, me desespero unos días, y de golpe me descubro casi sin cicatrices, no sé, tengo una asombrosa capacidad de regeneración. hay gente que se hunde durante meses, siendo hombre o mujer, indistintamente.>>es un tema apasionante, la reacción del ser humano ante la pérdida…