«Harry Potter y la cámara secreta» (1998). J.K. Rowling.
La segunda entrega de las aventuras del joven mago Harry Potter nos sumerge de nuevo en una trepidante sucesión de personajes y situaciones que nos mantienen en vilo durante toda la novela. Tras su primer curso en Hogwarts, Harry ha vuelto a pasar las vacaciones de verano con su desagradable familia muggle, a la que ha conseguido mantener levemente a raya por su temor a sus habilidades mágicas… pero la aparición de un atolondrado elfo doméstico, Dobby, terminará con ese periodo de gracia.
Dobby viene a advertir a Harry de que no puede volver a Hogwarts, porque si lo hace morirá. Y el elfo intentará evitar su llegada al colegio de magos a toda costa… causando muchos problemas a nuestro héroe. Pero Harry no puede enfadarse con él… ¡es realmente entrañable su empeño en salvarle la vida! Sobre todo cuando descubre la mísera vida que tiene con su amo, Lucius Malfoy, el padre de su odiado compañero Draco…
Pero pese al empeño del elfo en evitar la llegada de Harry a Hogwarts, este lo consigue gracias a su mejor amigo, y al coche volador que el padre de Ron tiene en secreto… hasta ese momento. ¡La llegada de los dos jóvenes magos no pasará desapercibida, desde luego! Y los problemas comienzan casi inmediatamente: Harry empieza a escuchar una extraña y aterradora voz que habla de muerte y que destila odio, pero nadie más que él parece poder escucharla. Gracias a esa voz descubre que la Cámara de los Secretos se ha abierto de nuevo y que el «heredero de Slytherin» matará a todos los alumnos cuyos padres no tengan sangre mágica, como su amiga Hermione.
Empiezan a aparecer alumnos petrificados, Harry sigue oyendo la extraña voz… y él y sus inseparables Ron y Hermione conocen a Myrtle la llorona, un fantasma que vive en uno de los baños del colegio y que fue asesinada cuando la Cámara de los Secretos fue abierta hace años. Ella le da un diario de un tal Tom Marvolo Riddle, pero con las páginas en blanco. Curiosamente, cuando Harry escribe en el diario… ¡este le responde!
Gracias al diario descubre que, cuando hace 50 años la Cámara se abrió se culpó su amigo Hagrid, entonces un niño y ahora guardabosques de Hogwart, de haberlo hecho.
¡Y mejor no seguir contando cosas o os perderéis casi todas las sorpresas! Sobre todo el espectacular enfrentamiento entre Tom Riddle y Harry… ¡apoteósico!
¡Ah!, las aventuras de Harry Potter continúan en Harry Potter y el prisionero de Azkaban.
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